Los sistemas normalizados de gestión han venido revolucionando, desde hace cerca de 35 años y de manera creciente, la forma en que visualizamos los esquemas productivos, de confiabilidad y de seguridad, de todo tipo de organizaciones. Hoy en día tenemos una gran diversidad de normas sobre sistemas de gestión, tantas que es ya muy complicado seguirle el paso a este tipo de actividades.
Para muchos jóvenes que se han incorporado hace pocos años a actividades productivas, les puede parecer que hablar de sistemas de gestión de calidad, ambiental, entre otros, es algo ya dado. Sin embargo, conforme el desarrollo que hemos tenido en este campo, es impensable que hace tres décadas prácticamente nadie, tanto en México como en los países de América latina, sabía lo que era un sistema de gestión de la calidad, porque ya la Organización Internacional para la Normalización (ISO) había publicado sus normas de la Familia ISO 9000, entre las que destacaba la ISO 9001, la única norma internacional que existía sobre sistemas de gestión. Hoy en día, decenas de millones de personas en estos países desarrollan sus actividades cotidianas en cumplimiento a alguna norma de sistema de gestión, y es común hablar de sistemas integrados de gestión, para cumplir con los requisitos de más de una norma de este tipo.
Parece algo simple, pero en la actualidad contamos con cerca de 81 normas internacionales sobre sistemas de gestión, de las cuales 45 son certificables, o de las denominadas como Tipo A por la propia ISO.
EL DESARROLLO DE LAS NORMAS ISO 9000
Estoy convencido de que para muchas personas la historia es un tema aburrido, pero para mí siempre es importante saber de dónde venimos y por dónde ya hemos pasado, y en el caso de algunos conocimientos o avances técnicos, el conocer su desarrollo nos ayuda a entender mejor sus conceptos. En el caso de los sistemas normalizados de gestión, estoy convencido de que el que podamos conocer su historia, y en su caso algunas de sus historias, refiriéndome con esto a relatos o vivencias de personas que participaron de alguna manera en ciertas etapas de ese desarrollo, nos ayudará a entender de mejor manera la importancia de estos esquemas y de sus conceptos y elementos normativos, el impacto en las organizaciones, el valor de una buena aplicación y de una certificación, entre otros puntos.
En este sentido, quiero presentar a ustedes la historia del desarrollo de los sistemas de gestión de la calidad y su utilización como norma, ya que fue esto último, lo que dio pauta para su extensiva utilización en todo el mundo, así como la base para el desarrollo de las demás normas de sistemas de gestión que actualmente tenemos, y como otras que podrían venir en el futuro.
Los sistemas de gestión basados en normas han tenido un crecimiento impresionante en los últimos años. Cuando se desarrollaron las primeras normas de este tipo, a nivel internacional, que fueron las de la familia de normas ISO 9000, hace no muchos años, en la década de los ochentas en el siglo pasado (fueron emitidas en su primera versión en 1987), crearon una revolución en el mundo de las normas, ya que establecieron un nuevo aspecto de la normalización, el de los sistemas de gestión. Si consideramos que la normalización es una actividad que se ha efectuado, con apoyo de la ciencia, desde hace cerca de dos siglos, y que existen evidencias de normalización empírica de hace varios miles de años, el saber que en cuarenta años se ha generado un movimiento dentro de esta actividad que involucra a millones de organizaciones y decenas de millones de personas de todo el mundo, no deja de ser impactante.
Dentro de este tipo de normas de sistemas de gestión, se incluyen las conocidas como ISO 9000 de gestión de la calidad, que como mencioné previamente, fueron las primeras en emitirse bajo este concepto, seguidas de las ISO 14000 de gestión ambiental, ISO 20000 de tecnología de información, ISO 22000 de inocuidad de los alimentos, ISO 27000 de seguridad de la información en TI, ISO 31000 de gestión de riesgos, ISO 45001 de salud y seguridad en el trabajo, entre las cuales hay normas de terminología, de lineamientos, y las que más interés generan, debido a que son las que establecen los requisitos de los sistemas de gestión, que identifican los elementos objetivos mínimos para la apropiada aplicación de dichos sistemas, además de que permiten la certificación de estos sistemas en las organizaciones. Una característica todavía común que tienen estas normas es la de ser genéricas, esto es que pueden ser aplicadas por cualquier tipo de organización, ya sea privada, pública o de carácter social, de cualquier tamaño e independiente del tipo de actividades o sector industrial o productivo al que corresponda. Aunque también es importante considerar que aun así existen otras normas, derivadas de algunas de éstas ya mencionadas, pero que aplican de manera limitada hacia algún sector particular, cuando hay en particularidades técnicas o metodológicas.
Hoy en día se habla de manera ya común en México y en prácticamente todo el mundo, de las normas ISO, sin embargo, la mayoría de los mexicanos que se refieren a estas normas han llegado a enterarse de la existencia de esta Organización Internacional para la Normalización, más conocida por el nombre corto de ISO, por haber sido la emisora de las normas de sistemas de gestión, principalmente las de calidad (ISO 9000), por ser las más antiguas y las de mayor aplicación, desconociendo absolutamente que es una organización que inició sus actividades en 1947 y que México, en particular, fue de sus miembros fundadores y que hasta la fecha ha emitido más de 19,500 normas internacionales, además de que existen otros organismos internacionales de normalización como la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC), que fue el primero de estos organismos en ser creado, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) o la Comisión del Codex Alimentarius (CAC), cada uno de ellos con sus campos específicos de actividades.

Por cierto, algo curioso es el nombre de la ISO no es un acrónimo o siglas del nombre de esta organización en idioma inglés, como se acostumbra en casi todas las organizaciones internacionales. A partir de esas siglas (IOS o IOFS), se eligió el nombre de ISO por un juego de palabras, a partir del término griego “isos” que en griego significa “igual” y se consideró que ISO sería un nombre más relacionado con los objetivos de la normalización.
Es muy sabida la historia aparente de cómo se desarrollaron las primeras normas de sistemas de gestión, que como ya le mencioné, fueron las de calidad, y que fue el Instituto Británico de Normas (BSI por sus siglas en inglés) el cual elaboró y publicó la norma nacional británica BS 5750 de gestión de la calidad en 1979, para de allí promoverla ante la ISO como norma internacional, cuya primera emisión se lanzó en marzo de 1987. Sin embargo, el desarrollo de esta serie de normas fue un poco más complejo. No pretendo restarle importancia a este instituto, que ha mostrado un fuerte liderazgo a nivel mundial en materia de normalización por muchas décadas, ni restarle protagonismo en el esquema de desarrollo de estas normas. Es un hecho que el BSI fue la primera institución que publicó esta norma con nivel de norma nacional, y que a partir de allí la proyectó como norma internacional, pero no fue la que desarrolló inicialmente estos conceptos. Si usted analiza el contenido de esta norma BS 5750 o bien las ISO 9000, en cuanto a su temática, manera de establecer sus requisitos y las herramientas para su diseño e implementación, y ni siquiera con la complejidad que ahora tiene, sino de la manera mucho más simple en que se publicó originalmente, sería difícil pensar que surgió de manera espontánea por una epifanía de alguna persona sentada en un escritorio, ya que fue una enorme revolución dentro de los esquemas comunes de normalización en esos tiempos.
Si pensamos que durante muchas décadas la elaboración de normas se centraba particularmente en características de productos, o aspectos relacionados con los productos, ya fuera manejo de términos, códigos, materiales, métodos de prueba, e incluso algunas normas sobre procesos, pero solamente cuando eran requeridas ciertas condiciones para lograr las características esperadas por algunos productos, como en el caso de los envases a presión. Es difícil imaginar a algún normalizador en esos años que dijera, nada más porque se le había ocurrido durante su siesta: "Ahora elaboraremos normas con requisitos para organizaciones, en lugar de los requisitos para sus productos". Fue un proceso más largo, y bastante más complejo, en el que participaron muchas personas a lo largo de varias décadas.
En la siguiente entrega les presentaré la historia de las normas de los sistemas de gestión de la calidad, como yo la he conocido.
Autor:
Ernesto Palomares Hilton
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